En México campea desde hace años una dinámica de hechos encaminados a darle un sentido diferente al pasado, reinterpretar la historia patria y poder así tener un nuevo curso del presente.
“La historia, en efecto, es, pero al mismo tiempo va siendo; es un proceso”, afirmó a Excélsior la historiadora Patricia Galeana Herrera.
El derribo de las estatuas del conquistador Diego de Mazariegos y del primer virrey Antonio de Mendoza en 1992; el retiro de placas conmemorativas con el nombre del presidente Gustavo Díaz Ordaz (2018); el retiro del monumento a Cristóbal Colón (2020); el cambio de nomenclatura del Árbol de la Noche Triste (2021) y a la calle Puente (Pedro) de Alvarado (2021); y las iniciativas para modificar el nombre a la Plaza de la Constitución (el Zócalo de la Ciudad de México) y también a la estación del Metro Indios Verdes (ambas en abril de 2023), son hechos que confirman cómo la historia se mueve.
En esa redefinición histórica, Galeana Herrera, exdirectora del Archivo General de la Nación (AGN), reivindicó la importancia que tiene en la lucha feminista del pasado y del presente, la figura de Dolores Jiménez y Muro, una maestra normalista, juarista, maderista, reclutada por el general Emiliano Zapata, que fue presa política, al ser encarcelada por protestar contra la séptima relección de Porfirio Díaz, el 11 de septiembre de 1910.
Dolores Jiménez y Muro es la mujer que aparece entre Pancho Villa y Emiliano Zapata, en la fotografía —de Agustín Casasola— que ambos se tomaron en Palacio Nacional el 6 de diciembre de 1914. Vania Casasola, directora de Casasola México fue quien identificó a Jiménez Muro en la foto originalmente llamada Pancho Villa en la silla presidencial.
La importancia de Jiménez y Muro, no solamente es por haber sido una precursora del feminismo en México, o por su carácter de revolucionaria en todos los sentidos, sino en la concatenación de hechos de hace más de un siglo y la actualidad.
Como presidenta del Club Femenil Hijas de Cuauhtémoc, Jiménez y Muro encabezó la protesta contra el dictador Díaz justo en el monumento de Cristóbal Colón, el mismo que el gobierno de la Ciudad de México desmontó el sábado 10 de octubre de 2020 y que un grupo de mujeres tomó el 25 de septiembre de 2021 y convirtió en la glorieta de las Mujeres que Luchan.
México no es el único país donde se da este fenómeno social. Ocurre en países de América Latina, principalmente, por su vinculación con la conquista española, pero también en otras naciones donde movimientos antirracistas cuestionan monumentos que en la actualidad son símbolo de la esclavitud y el colonialismo: el general Robert E. Lee de los Confederados en Virginia; Theodore Roosevelt en Nueva York; Cristóbal Colón en muchas ciudades estadunidenses; el rey belga Leopoldo II en Bruselas; el traficante de esclavos Edward Colston en Bristol; Jean-Baptiste Colbert, ministro de finanzas de Luis XIV y autor del Code noir en Francia; el padre del periodismo italiano moderno y propagandista del colonialismo fascista Indro Montanelli, por citar algunos ejemplos.







