El Inter de Milan, el equipo que acabó con las ilusiones del Barça en la Champions en el desconcertante 3-3 del pasado 12 de octubre en el Camp Nou, tiene muy cerca el billete para la final de Estambul del 10 de junio. Mientras el City y el Madrid se pelearán en Manchester el próximo miércoles tras el empate del Bernabéu, el conjunto de Simone Inzaghi disputará la vuelta en el Giuseppe Meazza con la merecida ventaja obtenida este miércoles en un derbi con claro color negroazul (0-2).
Muy pronto alcanzó esta tonalidad el ‘derbissimo’, el pulso que ha recuperado el orgullo del fútbol italiano, tan castigado en los últimos años, especialmente por la doble ausencia de la azzurra en los Mundiales de 2018 y 2022. En apenas 10 minutos, el Inter noqueó a un Milan desbordado, muy lejos del nivel defensivo que mostró en los cuartos contra el Nápoles.
Djokovic, en la grada
En un estadio con un ambiente excepcional y personalidades en la grada como Novak Djokovic, el Inter salió dispuesto a marcar territorio por la vía rápida. En su once había 9 de los 11 futbolistas que iniciaron el choque del Camp Nou. El mismo portero, idéntica media y la misma pareja de ataque que desarboló a la frágil defensa del Barça de aquella noche, compuesta por Sergi Roberto, Eric García, Piqué y Marcos Alonso.
Siete meses después de su empate en Barcelona, el Inter se adelantó a los ocho minutos en San Siro con un remate de ariete puro de Dzeko a la salida de un córner. El bosnio, de 37 años, retrató a Calabria y puso el esférico en la misma escuadra. Lejos de reducir su intensidad, el bloque de Inzaghi amplió su ventaja con un tanto del armenio Mkhitaryan, que encontró una autopista en su camino hacia el marco de Maignan.







