Ilusión, tristeza y lo que el fútbol le debe a Irene Paredes
El fútbol no siempre es justo, aunque a veces lo intenta. Unas veces te da, otras te quita. En ocasiones te regala momentos mágicos, pese a que también sea la razón de algunas lágrimas. Es subterfugio, oasis y a veces un castigo. No se rige por los méritos, quien lucha más no siempre se lo lleva, pero a veces, y solo a veces, el fútbol te devuelve un poco de lo que le das. A Irene Paredes el fútbol le debe mucho. Por lo que ha conseguido, por lo que ha luchado y por lo que ha sacrificado por este deporte. Este será su tercer Mundial con la camiseta de España y el más duro de todos.
Este 2023 ha sido un año excepcional para Paredes, en el significado más neutro de la palabra. Mientras que a nivel profesional ha conseguido el mayor éxito de su carrera levantando su primera Champions en 16 años como futbolista profesional, en el ámbito personal ha sido duro.
Tras unos meses convulsos con la polémica de ‘las 15’, de la cual ella como primera capitana dio la cara en no pocas ocasiones sin formar parte del grupo de internacionales que decidió dejar de ser convocable, volvió a la disciplina de la selección un par de convocatorias antes del Mundial. Lo hizo aceptando perder la capitanía (como le pasó a Alexia Putellas y Jenni Hermoso).