El crimen organizado corrompió a personal del Ejército Mexicano, así como a funcionarios del gobierno de México, por lo que opera con relativa impunidad, acusó la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA).
En su Evaluación Nacional de las Drogas 2024, la DEA acusa al Cártel de Sinaloa y al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) de la crisis de drogas sintéticas por la que atraviesa Estados Unidos, especialmente de fentanilo y metanfetamina.
Según la agencia estadounidense, ambos grupos operan laboratorios clandestinos en México y tienen una “vasta red de distribución de drogas hacia EEUU”, que incluye su venta mediante redes sociales y el uso de sistemas bancarios ilegales con sede en China para lavado de dinero.
Respecto al Cártel de Sinaloa, la DEA refiere que “puede operar libremente en algunas partes de México” gracias a “una red de contactos policiales, militares y políticos corruptos” y comentó sobre Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública, durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa.
“García Luna utilizó su posición oficial para ayudar al Cártel de Sinaloa a traficar cargamentos de drogas en cantidades de varias toneladas, principalmente cocaína y heroína, a Estados Unidos a cambio de millones de dólares”, relata el informe.
En lo que respecta al CJNG, la DEA precisa que sus sobornos han llegado a funcionarios de todos los niveles, en special de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), lo que le ha permitido fabricar y traficar drogas “con relativa impunidad”.







