John Crowley habla del reto emocional al hacer la tragicomedia romántica ‘We live in time’
We live in time, la tragicomedia romántica del director irlandés John Crowley, cerrará este año la muestra de San Sebastián tras su estreno en el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF), donde el film ha cautivado en gran parte gracias a las actuaciones de Andrew Garfield y Florence Pugh.
Para la crítica, el film tiene todos los ingredientes para convertirse en un nuevo clásico del género. Pero en una entrevista con EFE, Crowley (Intermission, 2003; Boy A, 2007; Brooklyn, 2015; Goldfinch, 2019), reconoció que en un primer momento tuvo dudas sobre si quería hacer la película porque, afirmó, es un proceso “muy emocional”.
“He hecho bastante trabajo emocional, y me gusta, obviamente. Pero supongo que sentí que esta película me costaría. Y de hecho, editarla durante seis meses y medio, donde estás mirando ese material día tras día, es realmente triste”, confesó.
“Vas al trabajo y lloras para ganarte la vida. Eso te agota con el tiempo. Pero no dudé mucho, debo admitir”, añadió con una sonrisa.
En We live in time, Crowley juega con una creativa estructura temporal para construir años de romance entre una exitosa chef, Almut (Pugh), y Tobías (Garfield), un ejecutivo de una compañía de alimentos, a los que se les acaba el tiempo juntos.