Parroquia de Guadalupe y Calvo llama a oración por la paz ante ola de violencia

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La comunidad parroquial de la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe emitió un comunicado dirigido a sus feligreses, expresando su profunda tristeza y preocupación por los hechos recientes. A través de un mensaje cargado de esperanza y fe, la parroquia convocó a la oración colectiva y a no dejarse dominar por el miedo.

El pronunciamiento fue publicado a través de redes sociales, justo en medio del ambiente de tensión que han dejado balaceras, persecuciones y múltiples actos violentos en distintos sectores del municipio. Bajo la cita bíblica: “La paz les dejo, mi paz les doy; yo no la doy como el mundo la da. No se turbe su corazón, ni tenga miedo” (Juan 14, 27), la parroquia invitó a los creyentes a unirse en oración por la paz y la seguridad de todos.

“Con dolor y tristeza ante los hechos de violencia que, junto con ustedes, hemos vivido en estos días, levantamos nuestra voz al Señor clamando el don de la paz”, se lee en el comunicado, que además expresa solidaridad con quienes han sido directamente afectados o viven con temor ante la presencia de grupos armados.

El texto hace un llamado a la unidad como comunidad cristiana, y a mantener la esperanza y la oración como herramientas frente al miedo y la incertidumbre. “Queremos comunicar como parroquia nuestro compromiso en favor de la paz”, enfatiza el mensaje, en el que también se alienta a buscar el bien común como hijos de Dios.

En el documento, la parroquia reconoce que, como institución de la Iglesia, es consciente del contexto social complejo en que viven sus fieles. Sin embargo, reitera su convicción de que una sociedad fraterna es posible y necesaria, pese a que el miedo y la impotencia hoy estén presentes en muchos hogares guadalupenses.

La referencia al “valle de lágrimas” que atraviesan los ciudadanos es una imagen que ha resonado con fuerza entre quienes han compartido y comentado el comunicado en redes. El llamado también se extiende a pedir la intercesión de la Virgen María, a quien se encomiendan como “consuelo de los afligidos y madre de la esperanza”.

Este gesto de la parroquia se da en un contexto donde la población ha empezado a expresar abiertamente su preocupación ante el recrudecimiento de la violencia. En distintos sectores de la ciudad, usuarios han reportado enfrentamientos, presencia de hombres armados y suspensión de actividades por miedo a quedar atrapados en alguna situación de riesgo.