Después de que la lluvia se llevó lo que encontró a su paso y dejara a cerca de 100 juarenses con daños considerables en sus viviendas, siguen esperando que se les dé a conocer las zonas en donde podrán ser reubicados e incluso han estado acudiendo para conocer los avances en torno a sus casos como “censados contingencia 2025”. 

María de Jesús Quezada Luján, la más afectada, perdió su vivienda, el agua derribó dos bardas, el interior de su domicilio presenta los estragos, en las paredes las marcas del nivel del agua llegan más arriba de media ventana, desde el suelo serían aproximadamente 1.5 metros, vidrios quebrados y la maleza ya muy crecida.

“Estoy apuntada, de hecho soy la número uno y me enseñó la hoja donde estoy, pero pues no me han dado respuesta, solo me dicen se lleva tiempo, se lleva tiempo”, externó entre molesta y con la expectativa de dejar de pedir un cuarto prestado con su vecina.

Quezada Luján, con tristeza, relató que el día 26 de junio, de manera repentina, las lluvias arreciaron, derribó una barda y se metió a su vivienda, ella recuerda que se mantuvo agarrada de la reja por la parte del patio, alcanzó a su perro chihuahua, lo lanzó al techo y posteriormente ella subió. 

“No sé ni cómo le hice, solo sé que logré agarrarme de la reja de la ventana, mi vecino me hablaba, yo con lágrimas en los ojos, como pude llegué al techo, de donde nos bajaron los de Protección Civil, mi vecina llorando porque su hija se lastimó con un vidrio y tenía sangre por donde quiera”, relató con un nudo en la garganta.

Posteriormente, y para no dejar del todo abandonada la vivienda que aún mantiene los estragos de esa y las lluvias siguientes, le aceptó a su vecina un cuarto donde estar ella, su hija y sus nietos, mientras logran conseguirles un espacio a donde puedan moverse.Quezada Luján aseguró que su salud ya se ha visto afectada, tiene un derrame en el ojo derecho, la cabeza le duele varias veces en el día y asegura que con el pronóstico de lluvias de estos días no duerme, al igual que su vecina, ante el temor de tener que salir corriendo para resguardarse.

Al igual que María de Jesús, la familia Yañez Pérez y el resto de los vecinos ubicados en el cruce de las calles Doctor Manuel Ruiz y Loreto, así como de las calles Santiago, California, Pascual Jaramillo, Leandro Valle y otras en la colonia Fronteriza mantienen al exterior de sus viviendas bolsas con arena como uno de los recursos para evitar que el agua dañe sus casas.