Ciudad de México.- El último anuncio de política monetaria del Banco de México (Banxico) en 2024 derivó confusión y cuestionamientos de analistas a los integrantes de la Junta de Gobierno, dada la poca claridad en su guía prospectiva, la cual contempla la posibilidad de observar recortes de mayor magnitud en 2025, al mismo tiempo que se postergó, de nuevo, la convergencia de la inflación a su meta objetivo de 3 por ciento.
La guía prospectiva (o forward guidance) es una orientación para las expectativas de política monetaria sobre qué esperar de las decisiones a futuro de los bancos centrales.
En su comunicado de política monetaria, Banxico adelantó que evaluará la posibilidad de que pudieran considerarse, en algunas reuniones del próximo año, ajustes a la baja de una magnitud de 50 puntos base.Sin embargo, dentro de los mensajes principales, destacó que el balance de riesgos para la inflación sigue estando sesgado al alza, el entorno es incierto y además aplazó nuevamente la convergencia de la meta de inflación hasta el tercer trimestre del 2026, retrasando el cumplimiento de ésta por tres trimestres.
Al respecto, Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics, cuestionó la prolongación de la convergencia inflacionaria derivada por los posibles aranceles en puerta del Presidente electo Donald Trump, ya que la tasa de inflación en México se elevaría por el efecto en el tipo de cambio.»Independientemente de cuál sea ese detonador de la inflación, ¿acaso no el trabajo de la política monetaria de Banxico es de preservar una inflación baja y estable?, sobre todo si ese rebote inflacionario agrega al deterioro del proceso de formación de precios», expuso.Alejandra Marcos, analista de Intercam Casa de Bolsa, consideró que Banxico debería mantener la cautela en sus decisiones ante los retos que representa Trump el próximo año, pero la discusión sobre la elevada tasa de interés que reina en el mercado puede inclinar la balanza hacia recortes más agresivos.







