Tauromaquia y charrería se fusionan en una noche de tradición mexicana

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La corrida de toros que se presentó la noche de este viernes en la Plaza Alberto Balderas, fue una mezcla de dos tradiciones muy mexicanas: la tauromaquia y la charrería, a tal grado que los seis toreros que engalanaron el festejo lucieron atuendos charros y antes de que iniciaran las faenas hubo una pequeña muestra charra.Primero, el sonido local dio una breve semblanza histórica del considerado deporte nacional, la charrería, cuyo origen se remonta a la época virreinal.Después un grupo de danza folclórica deleito con un bailable sobre unas tarimas acompañados con música de Juan Gabriel.Luego, el cantante charro Walterio Magdaleno cantó el Corrido de Chihuahua a caballo dando una vuelta completa al ruedo, mientras en el centro dos charros hacían suertes con la reata, uno a pie y otro a caballo.Para rematar con broche de oro, dieron una demostración de la suerte suprema de la charrería, el paso de la muerte, en la que un jinete monta a pelo un caballo mientras a galope da dos vueltas al ruedo pegados a las tablas y al lado de una yegua bruta, a la que en un momento dado tiene que saltar para montarla también a pelo. Esta suerte es la que pone fin a una charreada.En el festejo taurino, Ernesto Javier ‘El Calita’, Isaac Fonseca y Diego Sánchez salieron en hombros al cortar cada uno dos orejas, Fermín Espinoza Armillita IV se llevó una oreja, mientras que José Mauricio y Arturo Gilio estuvieron voluntariosos, fallaron con la espada y se fueron con las manos vacías.