A siete meses de asesinato de Jesuitas, disminuyen en la Sierra los operativos y los agentes

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Tras la matanza perpetrada por «El Chueco» se desplegaron mil 500 elementos de seguridad; hoy estiman que no quedan más de 800 en la zona serrana
Han transcurrido 213 días desde aquel 20 de junio de 2022, cuando José Noriel P. G. conocido o apodado como el Chueco, decidió asesinar al sacerdote que lo bautizó, Javier Campos Morales, y a su compañero Joaquín Mora Salazar, así como al guía de turistas Pedro Palma y un joven identificado como Paúl Berrelleza Rábago, sin que de momento a siete meses, se haya dado la captura del responsable y ante una aparente reducción de las fuerzas de seguridad en la zona de Cerocahui, ubicada en el municipio de Urique en el estado de Chihuahua.


Tras estos hechos, la Secretaría de la Defensa Nacional, envió en junio del año pasado a mil elementos castrenses, el Estado desplegó más de 300 elementos, además acudieron cerca de 200 elementos de la Guardia Nacional, quienes se desplegaron en la zona de San Rafael, Cerocahui, y Bahuichivo, todas son comunidades pertenecientes de Urique, donde podría estar el presunto responsable de haber cometido el artero crimen. Actualmente, los elementos de seguridad se han visto reducidos según han visto algunos representantes de los jesuitas que siguen en esa zona del estado, pues ya no rondan en los 2 mil elementos que había en el mes de junio, pero actualmente la Fiscalía General del Estado, como el personal de la Secretaría de la Defensa Nacional, estima cerca de 800 elementos entre los diferentes niveles de gobierno, que su principal tarea es capturar a José Noriel P. G.


Parte de esta reducción de elementos, y las condiciones de seguridad que siguen marcadas en la zona serrana como en gran parte del estado, aunado a la impunidad que ha tenido este caso, ha forzado a la Provincia Mexicana Compañía de Jesús, a manifestar mes a mes a través de posturas, misas, declaraciones y exigencia puntual por resolver este caso. En el comunicado oficial, los jesuitas, consideran que impunidad continúa, por no haber detenido al perpetrador y sin que la situación de la región se haya modificado sustancialmente, incluso –ante los cambios en el gabinete estatal de María Eugenia Campos- hicieron un llamado para que el fiscal recién nombrado en Chihuahua (César Jáuregui Moreno) y las autoridades de los diferentes niveles de gobierno, detengan la alarmante situación de violencia que aqueja a la Sierra Tarahumara y que han señalado durante varios meses.
“La Compañía de Jesús en México se encuentra preocupada por no contar con resultados sustanciales en la investigación, pero principalmente por la violencia que sigue azotando en la Sierra Tarahumara, ya que al no haber Justicia para los jesuitas y la comunidad de Cerocahui, el miedo impera en los pobladores, los jesuitas de México seguiremos apostando por la memoria, denunciando la falta de justicia, pero también anunciando con esperanza las alternativas a la violencia deshumanizante, por medio de la labor de nuestras obras pastorales, educativas y sociales”, compartieron a través de un comunicado oficial.


Los mismos pobladores han reconocido que el Chueco sigue estando en la zona serrana, incluso entre la información que comparten a las autoridades, es que se había ocultado en cuevas, pero también la misma fiscalía ha dado a conocer que en los operativos que realizan, son los pobladores los que le alertan y es como logra escapar de la intervención de los agentes.